4 ene 2011

Animales que ya no podemos ver (Parte 5)

Hola Gente hoy vuelvo con mis post sobre Animales que ya no podemos ver, en esta ocasión les dejo la parte 5 que habla sobre los siguientes animales:

- El Xenicus lyalli
- El oso de las cavernas
- El león europeo
- El fororacos 


El Xenicus lyalli

El Xenicus lyalli era un pequeño pájaro rechoncho, de cola y alas cortas e incapaz de volar.

Era bastante inofensivo y, como podés ver por sus características, incapaz de defenderse.

Esto no fue un gran problema para su supervivencia, ya que vivía únicamente en un islote muy pequeño, cerca de las islas principales de Nueva Zelanda, la "isla Stephens". Sin embargo, a finales del siglo XIX, se instaló un faro para mejorar la navegación de los barcos que pasaran por allí. Únicamente fueron a vivir a la isla el guardián del faro D. Lyall y su gato.


Un día, mientras Lyall cumplía con su rutina, vio a su gato cazando a unos pajarillos. Estos pájaros recién descubiertos resultaron ser los Xenicus lyalli, y acabaron de extinguirse por culpa del gato. En total, el guardián del faro le quitó 13 especímenes a su gato y le envió la mitad al zoólogo Lionel Walter Rothschild para que los investigara. Según la leyenda, desde ese día no se ha vuelto a ver a esta especie. Es uno de los pocos animales que se extinguieron al mismo tiempo de ser descubiertos. Su población debía de ser increíblemente baja, ya que no se ha detectado algo similar en ninguna parte del mundo, y el gato (supuesto extintor de toda una especie) sólo cazó 13 pájaros.

Sin embargo, estudios recientes demuestran que, aunque esta especie está extinta, el gato del guardián del faro no fue el único responsable. Al parecer, esta bonita leyenda no es del todo cierta, ya que durante años posteriores otros gatos cazaron a más Xenicus lyalli hasta llevarlos a la extinción.
  

El Oso de las Cavernas

El oso de las cavernas, de nombre científico Ursus spelaeus, fue una extinta especie parecida al oso actual que vivió en Europa durante el Pleistoceno. Era un oso bastante grande, con unos 130 cm de altura a la cruz  y llegando hasta los 3 metros en posición erguida. En el caso de los machos, el peso rondaba los 500 kilogramos. 


Aunque pueda tener muchas semejanzas con el oso pardo actual (animal con el que convivieron), el oso de las cavernas también tenía sus diferencias. Por ejemplo, el morro del oso cavernario era menos destacado y su frente estaba considerablemente más hundida. Sus patas delanteras eran más largas y poderosas que las traseras, como se puede observar en la imagen. Y, según indican sus poderosos molares, tendía a ser más herbívoro que carnívoro, aunque se alimentaba de ambas formas. Al igual que los osos actuales, también hibernaba y solían vivir de forma solitaria.

Los humanos y neandertales cazaron a este animal de forma regular, aunque con poca intensidad (principalmente, por la dificultad de enfrentarse a un macho de gran tamaño). Sin embargo, la causa de su extinción fue un cambio climático producido hace 27800 años, el cual afectó gravemente a su hábitat. También es digno de mencionar que, en unas cuevas antiguamente habitadas por neandertales, se han encontrado excavaciones en las paredes que cumplían la función de un sarcófago. Sin embargo, en su interior estaban situados los cráneos de unos osos cavernarios en fila, por lo que se sospecha que los neandertales podrían haber rendido algún tipo de culto a este animal.  

El León Europeo

El león europeo es una subespecie del león actual, por lo que guarda muchos parecidos con los que podemos ver a día de hoy (de hecho, hay quien lo considera dentro de la subespecie del león asiático, debido a sus grandes semejanzas). Habitaban el sur de Europa hace miles de años, en zonas como la Península Ibérica, Italia, el sur de Francia o los Balcanes. 


Este animal fue bastante famoso en la época del Imperio romano y en de la antigua Grecia. Emperadores, generales y nobles de ambas civilizaciones organizaban cacerías del león europeo. Eran cacerías bastante populares entre las clases más altas de la sociedad, y en seguida se convirtió en una cacería excesiva para la especie y muy popular entre el resto de los estratos de la sociedad (también entre los plebeyos que tuvieran la oportunidad de cazarlos). Además, los romanos también utilizaron a este animal para sus famosos combates de gladiadores y empezaron a capturarlos con gran frecuencia.

Los últimos ejemplares de esta especie se encontraron en la, por entonces romana, provincia de Acaya (actualmente, parte de Grecia). Se extinguió aproximadamente en el siglo I d.C, debido a la excesiva caza por parte de los cazadores romanos. Se cree que en la zona del Cáucaso podrían haber sobrevivido unos siglos más (quizás incluso podrían haber llegado hasta el siglo X), pero por aquel entonces la especie ya estaría condenada a desaparecer.
 

El Fororacos

El fororacos, de nombre científico Phorusrhacos, era una gigantesca ave depredadora. Tenía el tamaño de un avestruz (aproximadamente, 2,5 metros de altura y 130 kilogramos de peso) y era una de las mayores aves carnívoras que ha existido. Muy apropiadamente se le conoce a veces como "ave del terror" por razones obvias. Sus alas eran muy rudimentarias y tenían la forma de un brazo con garras (sólo la forma) que utilizaban para agarrar a sus presas, por lo que era incapaz de volar. 


Se alimentaba de pequeños mamíferos y carroña. Se cree que tenían dos formas de matar a sus presas: En primer lugar, podían atraparlas con su pico y estrellarlas contra el suelo repetidas veces hasta que ésta muriera. Por otra parte, también podrían matar a sus presas mediante un golpe directo con el pico, el cual acabaría instantáneamente con su víctima. Como vemos, el pico era su principal arma: Era extraordinariamente grande y terminaba en forma de gancho para penetrar en el cráneo de las presas.

Vivía en bosques y pastizales de la Patagonia argentina, durante la época del Mioceno. Cuando se descubrieron sus fósiles, se creyó que era un mamífero del orden Xenarthra (es decir, el orden de los osos hormigueros, armadillos, perezosos) pero posteriores investigaciones confirmaron que era un ave. Las causas de su extinción no están muy claras, pero se especula que pudo ser por la competencia de otros animales o por cambios en su hábitat natural.
 

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